«La bandera de España tremola al viento sobre la Alcazaba de Tetuán como 53 años ha»: así titulaba la prensa española, el 28 de febrero de 1913, el éxito en la ocupación pacífica de Tetuán por parte del general español Felipe Alfau Mendoza y que daba inicio al protectorado español sobre Marruecos. Una ocupación que se extendería 43 años y que se estudia en la asignatura Historia de España y que dio pie a José Carlos Gómez y Miguel Parra para realizar su investigación «Tetuán: El patrimonio histórico, artístico y cultural de una ciudad colonial norteafricana. Un recorrido a partir de la vida de Víctor Lobato».

“Ha sido la propia experiencia vital de nuestro profesor la que nos ha servido de guía en este auténtico viaje de descubrimiento”

— José Carlos Gómez y Miguel Parra

D. Víctor Lobato con José Carlos Gómez y Miguel Parra en las inmediaciones de Faraján

Ganador de un accésit en la novena edición del concurso Eustory, el eje de este proyecto se encuentra en la experiencia vital de su profesor en el IES Laguna de Tollón de El Cuervo de Sevilla, D. Víctor Lobato. Originario de la ciudad marroquí de Tetuán, capital del Protectorado español en su momento, vivió más de veinte años allí. Esta urbe norteafricana atesora un riquísimo patrimonio histórico, artístico y cultural. Su pasado presenta múltiples particularidades, destacando la presencia andalusí emigrada desde la Península Ibérica, que se complementa con la posterior presencia española a finales del siglo XIX y en la primera mitad del XX. La “Paloma blanca”, como llaman a su ciudad muchos tetuaníes, conserva un importantísimo legado patrimonial de origen hispano procedente tanto de época medieval como contemporánea, que se fusiona con la tradición propia de las culturas del Magreb.

Gracias a la amabilidad de D. Víctor Lobato, que en todo momento se prestó a ayudarles, José y Miguel pudieron hacer todo un recorrido en primera persona por el legado patrimonial de esta ciudad de historia tan particular:

«Y ha sido su propia experiencia vital la que nos ha servido de guía en este auténtico viaje de descubrimiento. De esta manera, hemos podido confirmar la existencia de un patrimonio urbano monumental, rico y originalísimo, que va desde su exótica y apasionante medina andalusí, con una judería excepcional, a todo un magnífico ensanche español contemporáneo. El relato de nuestro guía nos ha permitido además descubrir otros aspectos del patrimonio tetuaní, esta vez relacionados con elementos históricos y culturales tan importantes como la convivencia (de una manera excepcional) de tres comunidades: la mayoritaria musulmana, la cristiana (sobre todo española) y la judía, esta última de origen sefardí en buena parte.»

“Las conexiones entre la historia norteafricana y la de la Península Ibérica se materializan en este peculiar enclave”

Como otro auténtico regalo proporcionado por el recorrido vital de nuestro protagonista, resultó que su familia paterna era originaria del pueblo malagueño de Faraján, en la Serranía de Ronda. Esta localidad presenta un origen bereber que se evidencia no solo en su topónimo sino que todavía se puede apreciar en su trama urbana y en la tradición de los aprovechamientos del agua para el uso agrícola y ganadero. Terrazas, huertas, acequias, bancales, fueron el escenario de una visita en la que, de nuevo, Víctor fue un guía de excepción. 

“Desde el primer momento descartamos que este trabajo fuera una mera (y monótona) descripción de monumentos o espacios urbanos”

— José Carlos Gómez y Miguel Parra

Como discuten y presentan en su investigación, para ambos estudiantes el patrimonio no se limita al ámbito artístico y, dentro de él, a la arquitectura. Es mucho más que eso. Desde que comenzó su aproximación a la realidad de Tetuán, a su historia, geografía y, sobre todo, a la realidad de las gentes que desde hace siglos se han asentado en esta ciudad, se dieron cuenta de que el patrimonio cultural iba a ser uno de sus principales hallazgos. El precioso patrimonio arquitectónico y urbano que la ciudad todavía atesora está íntimamente relacionado con la presencia y convivencia histórica de diferentes comunidades: la musulmana, la sefardí y la cristiana y solo se puede explicar poniéndolo en conexión con esa realidad multicultural.

El formato del trabajo evita la monotonía de un documento meramente descriptivo, sirviéndose de los recuerdos del profesor y los acontecimientos de la vida cotidiana como hilo conductor. De su mano, se descubre el patrimonio histórico, artístico y cultural que Tetuán guarda entre sus calles, edificios, murallas y jardines, que se relaciona con la Historia con mayúsculas, podemos realizar un viaje que va desde la Serranía de Ronda al norte de África.

Os invitamos a acompañarlos y a adentraros en la riqueza de un patrimonio histórico, artístico y cultural absolutamente excepcional.