En Eustory el tutor juega un papel muy importante. No es un requisito obligatorio para participar, pero podrá servirte de gran ayuda. ¿Cómo elijo a mi tutor?

Cualquier adulto, mayor de 18 años, puede tutorizar un trabajo. Puede ser un profesor de historia o de historia del arte, pero también un profesor de otra asignatura, un familiar, un amigo de la familia, un monitor, un antiguo participante, etc.

El tutor no se define por la edad o de la relación personal, sino por su predisposición: su papel será proporcionarte orientación, supervisión y motivación a la hora de realizar la investigación. Busca a alguien que pueda asesorarte sobre el tema y sobre cómo enfocarlo. También que pueda indicarte qué metodología y fuentes de investigación utilizar, y cómo recoger la información y con qué formato plasmarla en el proyecto final.

«La ayuda de un experto en caso de problemas (siempre hay alguien que sabe más que nosotros sobre cada tema, hay que buscarlo y escucharlo) puede ser fundamental» 

José Félix Fernández, tutor del primer premio de la octava edición

Tampoco hace falta que el tutor lo sepa todo: en muchas ocasiones, podréis resolver las dudas que os surjan buscando en internet o consultando a expertos. Así que sobre todo, busca a alguien que comparta tu ilusión, pueda motivarte y esté dispuesto a ayudarte en todo lo que necesites.

¿En qué puede ayudarme el tutor?

Aunque el autor y último de responsable de tu trabajo seas tú o tu grupo, el tutor puede darte apoyo a través de labores como:

  • Orientación: podrá ayudarte a diseñar las diferentes fases del trabajo, elegir la metodología, revisar el índice, estructurar la información…
  • Material de apoyo: apuntes, recursos didácticos, artículos y títulos de historia, bases de datos, sugerencias de personas y lugares para buscar información, manuales para citar…
  • Resolución de dudas: cuando estés estacando, el tutor podrá proponiéndote diferentes enfoques del tema, nuevas fuentes, indicarte que concretes y amplíes determinados puntos, que sigas por ciertas líneas…
  • Corrección: el tutor puede revisar el trabajo en las diferentes fases para asegurar su rigor académico y correcta presentación. Podrá reorientar tu planteamiento, indicarte cómo adecuar la metodología al objeto de estudio, reorganizar la estructura, cuestionar la exactitud de lo expuesto, indicarte las partes de difícil comprensión, cerciorarse de que no hay faltas de ortografía y se ha citado correctamente…
  • Acompañamiento: a los lugares que visites, las entrevistas que hagas, motivándote…

    Todo esto hace que el tutor pueda servirte para hacer un trabajo mejor. Pero también puedes contar con el apoyo extra de otras personas que te rodean, según las diferentes partes del proyecto: tu familia podrá sugerirte libros y personas a quien consultar, tus amigos podrán animarte y acompañarte a los sitios, algún profesor podrá ayudarte con la edición del trabajo y enseñarte a editar en nuevos formatos… comparte lo que estás haciendo con lo demás, ¡verás que te enriquecerán con sus enfoques!